Nuestro hijo ya camina, de hecho no quiere hacer nada mas, solo caminar, correr, salir fuera de la casa, ect. Y la verdad nos estamos disfrutando cada momento de su desarrollo al máximo. pero últimamente mas que antes, tenemos que estar todo el tiempo velándolo, ya descubrió donde se guardan las ollas, los platos, los detergentes, descubrió que si abre la nevera hace frío y hay muchas cosas de comer, entre otras cosas. Esto implica que tenemos que prestarle toda la atención cuando estamos con él pues en un minuto que lo dejes solo, podrías encontrarlo jugando con el agua del inodoro. Adicional a esto pareciese que tienes los “muchies” encendíos, pues todo lo que vea fuera de lugar va para la boca, sea lo que sea. Esto me llevo a meditar en mi vida como padre de ese maravilloso chico, cuando lo veo tan emocionado corriendo por la casa, disfrutando esta nueva habilidad de poder caminar, queriendo probarlo todo, con ganas de descubrir. y pienso que ese fui yo en algún momento, pero la rutina y los afanes muchas veces nos impiden que disfrutemos las cosas pequeñas, impiden que vivamos una aventura, que aprovechemos cada momento, que intentemos cosas nuevas. Mi hijo se cae muy seguido, pues muchas veces quiere correr mas ligero de su capacidad actual, pero el sabe que papá esta a su lado para levantarlo. Que del mismo modo corramos, y cuando caigamos, sepamos que tenemos un padre celestial que esta a nuestro lado para levantarnos. Que tengamos “munchies” de vivir, amar y soñar que cada paso sea una aventura, y que utilicemos lo que nos ha dado la vida para llegar a esa galleta en el tope de la nevera. Adelante.
Series Parenthood is for Real Men
“The Cookie Monster”
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Un Abrazo.