Ya llevo unos 5 años desde que soy empresario a tiempo completo, desde que alcance mi libertad financiera. 5 años de ser mi propio jefe, tener mi propio horario, buscar mi propio trabajo. En el camino he tenido momentos muy gratos, así como momentos difíciles, pero todos han sido especiales. La realidad es que la vida del empresario es como un sube y baja continuo, hasta que al fin llegas al punto donde pasas más tiempo arriba que abajo. Pero aunque estoy muy agradecido a Dios y la vida por la aventura que he vivido, como casi todo emprendedor, antes de ser un empresario también fuí un empleado, tiempo del cual mantengo muy gratos recuerdos.
Muchas personas piensan que ser empresario es levantarse del lado valiente de la cama, hacer una carta y renunciar al trabajo para aventurarse en el emprendimiento de una nueva carrera, y aunque esto es parcialmente cierto, hay algo más. Aventurar en tu propio negocio sin un plan, podría llevarte al fracaso, y aunque quizás a alguno les haya funcionado, no es la manera inteligente de hacerlo. Mucho antes de mi primer trabajo, siempre ardió en mí el fuego empresarial, así que desde muy joven siempre tuve inventos de negocios, solo y/o acompañado de algunos con las mismas “locuras” que yo, pero siempre, entendiendo la importancia del “proceso”.
Esta mentalidad me ayudó a mantener claro que mi empleo del momento no era un fin, sino una oportunidad, un proceso y no una meta. Gracias a esto mis metas permanecieron aún cuando mi trabajo del momento no era mi estado ideal, gracias a esto pude mantener una visión clara y definida de mis verdaderos sueños, y esto es fundamental, porque el que no sabe lo que quiere, definitivamente vivirá haciendo lo que no quiere por el resto de sus días. Así que la primera pregunta que debemos hacernos sería, ¿quiero hacer esto por el resto de mis días?, si tu respuesta es NO, entonces tenemos que entender que estás en el “proceso”.
Si entiendes este principio, utilizarás tu empleo actual como una herramienta de crecimiento y no como un obstáculo a tus metas. El tiempo que fuí empleado, aprendí lo que es la disciplina de tener un horario de trabajo, el vestirse bien para trabajar, el establecer sistemas y cómo se administraba un negocio. Teniendo una meta clara, aproveche la estabilidad económica que provee un trabajo para invertir en negocios, ahorrar dinero y planificar el momento en el que diría adiós a un sueldo fijo para aventurar en las aguas inciertas del emprendedor, en otras palabras, convertí mi empleo del momento en el trampolín de mi emprendimiento.
Así que detente y piensa, ¿como mi empleo actual me ayuda en cumplir mis sueños de emprendimiento?, siempre hay algo, solo tienes que ser creativo e inteligente. Si eres de esos que sueña con tener su propia empresa algún día, debes entender que esto no llegará por arte de magia y mientras más planificación tengas en el proceso, probablemente seas más exitoso, esto no representa que no tendrás que adaptarte e improvisar en el camino, esto es inevitable, pero habrán muchas cosas para las cuales te puedes preparar de antemano. Así que, ¿como estas utilizando este tiempo?
El momento llegará, y cuando llegué no dudes, sino actúa, porque nunca estarás completamente listo, pero si te aseguras de aprovechar el proceso para crecer, teniendo en mente tu meta final, de seguro no sentirás temor cuando llegue el momento. El ser empresario es de valientes, es de atrevidos y soñadores, pero esto no implica que debemos actuar “algarete”. Planifica y se astuto, establece tu plan de trabajo y actúa sobre el, y sobretodo entiendo que donde estás hoy es parte del proceso y es este proceso lo que te hará quien aspiras llegar a ser. #vamoallá
Gio Camacho - Emprendedor y Bloguero