Apunta Lejos
Hay personas que piensan que intentar algo que parece imposible es perder el tiempo, la vida en ocasiones se siente demasiado de complicada como para añadirle un asunto inalcanzable. Pero qué tal si te digo que intentar lo utópico es buena idea, de hecho, es necesario para el desarrollo y crecimiento continuo. Porque alguien intentó lo “imposible” hoy podemos comunicarnos y negociar sin vernos, podemos viajar a lugares distantes volando como aves, podemos ver que está pasando en el otro lado del mundo y hasta curar enfermedades mortales, buscando curas mientras órbitas la tierra como lo hace la luna.
Es el deseo de alcanzar lo imposible lo que nos permite avanzar tecnológicamente, socialmente y comercialmente. Pero en ocasiones es mucho más fácil dominar lo conocido, repetir lo que te enseñaron y poner de excusa “eso no se puede hacer” para encubrir tu conformismo. Y es así como vivimos, pasando la vida, sin aventuras, sin sueños, sin metas , sin probar el dulce sabor de poder alcanzar, lo que para otros era imposible.
Entonces ¿debo apuntar lejos?¿debo enfocarme en lograr lo imposible?, inequívocamente tengo que darte un “Sí”, pero condicionado a tu forma de alcanzarlo. Hay quien pone metas complicadas y difíciles sin planificar y entender que la meta no es lo importante, sino que el proceso que te llevará a la meta es lo que verdaderamente te hará mejor. Así que querer llegar al espacio es bueno, si está acompañado de 1) un reconocimiento de que se necesitará para llegar al espacio (sacrificios), 2) un reconocimiento de cuánto te tomará llegar al espacio y 3) la humildad suficiente para de no llegar, poder ver todo lo que ganaste en el camino. Está última no equivale a tener una mentalidad fallida o de fracaso, sino un reconocimiento genuino de que hay momentos que el camino cambia y con ello nosotros, en ocasiones insistir en una idea fallida puede resultar en fracaso.
Las metas, así como los números nunca deberían terminar, pues son ellas las que nos dan claridad en nuestro caminar, son ellas las que mantienen nuestra mirada en lo práctico y nuestro corazón en lo añorado. Así que sueña en grande, trabaja duro y haz historia, porque la voluntad, más que el talento, la tecnología o los recursos, la voluntad no tienen frenos.
Gio Camacho - Soñador y Visionario