Querida persona que no creiste en mi,
Quiero que sepas que estoy bien, que aún sigo en pie, dando la batalla aún cuando se que no pensaste que llegaría donde he llegado. Te confieso que el camino ha sido duro y lleno de tropiezos, pero no hubiese querido que fuese de otro modo. Verdaderamente nunca entendí porque no creíste, porque de tí nunca recibí ánimo, sino menosprecio. Pero nada de eso importa pues no escribo esta carta para reprocharte nada, sino para agradecerte, sí, agradecerte. Gracias por no creer en mí, porque tratando de probarte que era capaz, descubrí mi potencial. Gracias porque tu incredulidad se convirtió en mi motivación, en mi ánimo. Gracias porque me enseñaste que tu creer o no en mi es irrelevante, pero el creer en mí mismo es fundamental.
Gracias porque cada “no llegarás”, “cambiate” y “quítate”, se convirtió en un “sigue adelante”, “trabaja más duro” y “lucha”. Aún cuando estoy agradecido de que llegaste a mi vida quiero que sepas algo, ya no te necesito. No te necesito porque ya entiendo, entiendo que tu solo proyectabas en mi lo que sientes por ti mismo. Ya entiendo, que aunque aparentas ser muy exitoso y capaz, realmente aún no has superado tus fracasos y sientes que los demás necesitan fracasar como validación de tu vida desperdiciada. Pero entiende algo, en esta vida lo que proyectas nunca será más importante que quien eres, porque al final solo te engañas ti mismo. Al fín hoy entiendo, que en tu frustración no querías ver a los demás crecer, superarse, tener el valor que tu no has tenido.
Así que, ya no te necesito, no necesito demostrarte que te equivocaste, ya no me interesa demostrarte que podía apesar de tus palabras, sino que hoy mis fuerzas están en luchar por lo que amo y honestamente me importa un "bledo" tu opinión. Hoy se quien soy, se lo que quiero y aunque en ocasiones no se como alcanzarlo, se que encontraré una manera.
“Persona que no creiste en mi”, ya no te guardo rencor sino que hoy me das lástima. Lástima porque mientras pierdes tu tiempo buscando las faltas de otros, no entiendes que todos tus fracasos son tu responsabilidad, son todos tuyos, y cuando te apoderas de tus fracasos, te acercas a la salida, porque así como tienes fracasos, tienes potencial ¡si tan solo lo entendieras!
Así que gracias, pero hasta luego, un “hasta luego” condicionado a que algún día te reconozcas capáz, reconozcas que eres digno, así como yo lo he reconocido en mi. Si lo logras, entiende que habrán personas que van a dudar de tí ¿y mi consejo? No le prestes atención, escúchalos con lástima, pues son lo que tu fuiste. Pero si al contrario no decides cambiar y quieres seguir siendo la persona que no cree en mí, entonces hasta nunca, no te necesito.
En dicho caso te deseo todo lo que nunca me deseaste y espero que alcances todo lo que pensaste que yo alcanzaría. Por mi parte seguiré trabajando, fallando, creciendo y llegando. Poco a poco, con esfuerzo y la ayuda de Dios, el camino es toda una aventura que no me pienso perder.#paquebregues #vamoallá
Gio Camacho
Motivador, emprendedor y bloguero